
Desde que ha aumentado el consumo de pañuelos
descartables (o en casos extremos papel
higiénico o rollo de cocina) para limpiarnos la nariz, ha crecido notoriamente la desocupación en el sector de diseñadores de pañuelos de bolsillo sobre todo en países desarrollados y en vía de desarrollo.
El 75,8% de la
población mundial dice haberse sonado la
nariz al menos una vez con pañuelos de papel,
Otro dato alarmante es que ya
están naciendo generaciones de niños que no saben lo que es llevar un pañuelo de tela en el bolsillo de su pantalón, ni usarlo como
gorrito con un nudo en cada extremo para ir a la cancha.